Si no sabes como educar a los hijos sin gritos y golpes, en Familia y Vida hemos preparado un artículo completo con la información que necesitas para darte cuenta que si te lo propones sí es posible educar a los hijos sin recurrir a los gritos. ¿Te interesa? Quédate con nosotros…
¿Qué ocurre cuando gritamos a nuestros hijos? Este tipo de incidencias les generará miedo, rabia, tristeza, inseguridad, ansiedad, baja autoestima, soledad, agresividad, ira, mal ejemplo, entre otras cosas más… ¿lo habías visto de ese modo? Podrías haber pensado que tú recibiste una educación a base de gritos y no pasó nada, pero, ¿a veces pierdes los papeles muy rápido y no sabes por qué? Sencillamente es un reflejo de lo que viviste en tu niñez.
Lo que debemos entender como padres es que los gritos sí quedan marcados en la personalidad de los niños y niñas, ¿deberíamos evitarlo? Sí, ellos pueden recibir una excelente educación sin tener que recurrir a gritos, ¿cómo lo hacemos? Aquí te dejaremos 5 consejos que te ayudarán a educar a los hijos sin gritos y golpes.
Antes de continuar, debes saber que la educación de los hijos no es una tarea sencilla, requiere de mucho esfuerzo, perseverancia y paciencia, con buena actitud sí podrás evitar los gritos durante la educación de tus niños. Cambia el chip y repite: Educar sin gritar sí es posible.
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Para que una relación funcione (de cualquier tipo) la empatía es fundamental, sin ella sería imposible la existencia de una relación verdadera. Si no logramos entender a nuestros hijos, nunca vamos a saber lo que realmente necesitan o por qué actúan de algún modo particular.
Aprender a ser empático en todo momento, sobre todo en los difíciles, te ayudará a no perder los papeles: respira, reflexiona y comprende que los niños necesitan apoyo emocional para entender ciertas situaciones que son nuevas para ellos.
No mires a los niños desde tu perspectiva de adulto, sino desde la suya, así todo estará tranquilo y con gran positivismo en tu hogar.
Tus hijos te miran constantemente, eres un espejo para ellos, quien los guía, el máximo tesoro que poseen. Si quieres que tus hijos reciban una buena educación no hay nada mejor que predicar con el ejemplo.
Podemos enseñarles muchas cosas con el ejemplo:
Lo que aplica en este apartado es: No hagas con tus hijos lo que no te gustaría que hagan contigo, nosotros enseñamos a nuestros que hay límites y debemos respetarlos.
Debes aprender a conocer, reconocer y gestionar las emociones que tienes antes que sea tarde. Los seres humanos dependemos de nuestras emociones, por eso es importante conectarse con ellas. No te dejes llevar por las primeras emociones en determinadas situaciones difíciles, debes reflexionar antes de hablar y pensar cuál es la mejor manera de reaccionar, sin gritar, sin causar un daño físico o emocional a nuestros hijos.
Tú debes ser quien controla la situación, de ese modo podrás enseñarle a tu hijo o hija lo que está bien y mal, los ayudarás a ponerle freno a su enfado, aplicando la empatía, con buenas maneras y tono de voz adecuado.
Es importante que entiendas lo siguiente: no se puede llegar a la reflexión hasta que no se logre conocer las emociones y controlarlas. ¿Te das cuenta? Un paso lleva al otro.
Cuando reconoces lo que te molesta y ya puedes autocontrolarte, llega el momento de respirar y reflexionar sobre el grado de importancia de lo ocurrido: ¿es tan grave como lo imaginaste a primera instancia? ¿es algo de niños y solo me molesta porque lo veo con ojos de adulto? ¿lo puedo resolver?
Ponle atención a lo sucedido, como adultos y padres responsables es importante relajar las emociones, buscar una solución desde la coherencia y empatía, esto te acercará mucho más a saber como educar a los hijos sin gritos y golpes.
Por más pequeño que sea el motivo que ha llevado a tus hijos a explotar y enojarse, ofréceles tu apoyo emocional en todo momento. Es importante que sientan ese amor incondicional y apoyo constante. Pero, ¡cuidado! con esto no queremos decir que apoyemos comportamientos incorrectos:
Ellos deben sentir que no estamos de acuerdo con su comportamiento, pero que podemos guiarlos en su aprendizaje sobre el control de emociones y a ser mejores cada día.
El apoyo emocional hacia nuestros hijos en los momentos difíciles es de vital importancia, palabras de aliento, enseñanzas, un abrazo, consejo, etc.
IMPORTANTE: No confundas el apoyo emocional con la permisividad.
Como último consejo podemos decirles que escuchen en todo momento a sus hijos, aprendan con ellos, prediquen con el ejemplo y ayúdenlos a controlar sus emociones a su corta edad. No se dejen ganar por la «agenda llena«, siempre será bueno compartir nuestro tiempo con ellos, acercarnos a sus necesidades y si algún día se te escapan los gritos, lo ideal es pedir disculpas de corazón evitando que ocurra nuevamente, ellos harán lo mismo.